Te deseo lo suficiente...
En un aeropuerto, escuché a un padre y a su hija en sus últimos momentos juntos. Habían anunciado la salida del avión de ella y, de pie cerca de la puerta, él le dijo a su hija: "Te quiero, te deseo lo suficiente".
Ella respondió: "papá, nuestra vida juntos ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que he necesitado. Yo también te deseo lo suficiente, papá".
Se dieron un beso de despedida y ella se fue. Él se acercó a la ventana donde yo estaba sentado. Allí de pie, pude ver que quería y necesitaba llorar. Intenté no entrometerme en su intimidad, pero me dio la bienvenida preguntándome: "¿Alguna vez te has despedido de alguien sabiendo que sería para siempre?".
"Sí, lo he hecho", respondí. Decir eso me trajo recuerdos de cómo había expresado mi amor y agradecimiento por todo lo que mi padre había hecho por mí. Reconociendo que sus días eran limitados, me tomé el tiempo de decirle cara a cara lo mucho que significaba para mí. Entonces supe lo que este hombre estaba experimentando.
"Perdona que te pregunte, pero ¿por qué es esta una despedida para siempre?". le pregunté.
"Soy viejo, y ella vive demasiado lejos. Tengo retos por delante, y la realidad es que su próximo viaje de vuelta será para mi funeral", dijo.
"Cuando se despedía, le oí decir: 'Le deseo lo suficiente'. ¿Puedo preguntar qué significa eso?"
Empezó a sonreír. "Es un deseo que me han transmitido otras generaciones. Mis padres solían decírselo a todo el mundo". Se detuvo un momento y, levantando la vista como si intentara recordarlo con detalle, sonrió aún más.
«Cuando decimos “te deseo lo suficiente”, estamos deseando que la otra persona tenga una vida llena de suficientes cosas buenas para mantenerla», continuó, y luego, volviéndose hacia mí, compartió lo siguiente como si lo recitara de memoria.
"Te deseo suficiente sol para mantener tu actitud brillante.
Te deseo suficiente lluvia para que aprecies más el sol.
Te deseo suficiente felicidad para mantener vivo tu espíritu.
Te deseo suficiente dolor para que las alegrías más pequeñas de la vida parezcan mucho más grandes.
Te deseo suficientes ganancias para satisfacer tus deseos.
Te deseo suficiente pérdida para que aprecies todo lo que posees.
Te deseo suficientes “holas” para ayudarte a superar el “adiós” final".
Entonces empezó a sollozar y se marchó.
Historia original de Bob Perks, en "Sopa de pollo para el alma en pena". Reproducida en X por Justin McMillan.
Los “suficientes” esenciales para un líder
¿Qué deseo para vos?
Suficiente empatía, para conectar genuinamente con lo que les sucede a tus colaboradores, entender sus luchas y celebrar sus victorias. "Suficiente", en su cantidad justa. "Demasiada" puede llevarte a evitar conversaciones difíciles pero necesarias.
Suficiente inteligencia emocional para interpretar correctamente las situaciones. Para saber cuándo es momento de hablar y, quizás más importante aún, cuándo es momento de callar y escuchar. Para detectar tensiones no verbalizadas y crear espacios donde todos se sientan seguros para expresarse.
Suficiente perspectiva para entender que los errores son parte inevitable del crecimiento. Un líder con la perspectiva adecuada sabe que prohibir el error es prohibir el aprendizaje. Pero también reconoce cuándo intervenir para que los tropiezos no se conviertan en caídas irreparables.
Suficiente humildad para aceptar que no tenés todas las respuestas.
Suficiente firmeza para mantener el rumbo en momentos de incertidumbre.
Suficiente paciencia para dejar que las personas y los procesos maduren a su tiempo. Y a la vez, suficiente urgencia para actuar cuando las circunstancias lo requieren.
El arte del liderazgo, al igual que el arte de la vida misma, es encontrar el delicado equilibrio, ese punto donde cada cualidad está presente en su medida justa.
Como aquella conversación en el aeropuerto nos enseña, la vida está hecha de contrastes: sol y lluvia, ganancias y pérdidas, holas y adioses.
Ojalá todos podamos desearles a quienes lideramos “lo suficiente” de cada experiencia: ni tan poco que los prive del aprendizaje, ni tanto que los abrume. Justo lo suficiente para crecer, para brillar, para convertirse en la mejor versión de sí mismos.
Y al final del día, ¿no es ese el verdadero propósito del liderazgo?
El video de la semana
Desde Colombia me entrevistaron para The Talent Tree, un podcast dirigido a ejecutivos y empresarios. Conversamos un largo rato, te dejo el video.
¡Buena semana!
Diego Dalman
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